Si eres autónomo en España y trabajas por tu cuenta, el IRPF es el principal impuesto que vas a tener que pagar. Pero, ¿cómo funciona exactamente? ¿Qué factores hacen que el pago del IRPF como autónomo sea mayor o menor? ¿Existen formas de reducir esta carga impositiva?

En este artículo te contamos todos los detalles para que entiendas de forma definitiva cómo funciona este impuesto al detalle. ¡Empezamos!

 

¿Cómo es el IRPF de los autónomos?

 

El IRPF es el impuesto de la renta que graba los ingresos derivados de tu actividad profesional como trabajador autónomo.

Se trata de un porcentaje aplicable a los ingresos que has generado durante el año, y dicho porcentaje es progresivo. Es decir, cuanto mayor sea tu facturación, mayor será el porcentaje de IRPF a pagar.

Junto con el pago de tu cuota mensual a la Seguridad Social (la conocida como cuota de autónomo), el IRPF es el principal impuesto que enfrentarás como trabajador independiente. 

Más adelante en este mismo post te contamos cómo se paga exactamente, ya que el pago del IRPF siendo autónomo no solo se realiza en tu declaración anual de la renta (como pasa con las personas físicas), sino que también sucederá con cada factura que emitas.

Más detalles sobre esto al final de este artículo.

 

¿Cómo y cuándo se paga el IRPF?

 

Veamos ahora cómo se paga el IRPF exactamente si eres autónomo; pues encontramos dos momentos distintos durante el año en el que se produce este pago.

  • Durante el año, deberás restarle al importe de tus facturas un 15% en concepto de IRPF (o pudiendo elegir un tipo reducido del 7% durante el año que te des de alta en el RETA y los dos siguientes). Es decir, si facturas a un cliente por importe de 1.000€, en la factura sumarás el IVA y restarás un 15% (150€). Este importe lo retendrá el receptor de la factura, quien deberá liquidarlo a la Agencia Tributaria posteriormente. 
  • Por otro lado, tendrás que enfrentar al segundo (y gran pago) en la declaración de la renta anual. Entre abril y junio de cada año, deberás declarar los ingresos que has tenido durante el año anterior, y pagar el porcentaje correspondiente, restando lo que ya has ido pagando en cada una de las facturas emitidas, done restabas el 15 o 7% como ya hemos mencionado. 

 

Factores que afectan en el IRPF del autónomo

 

Hasta ahora hemos visto que el IRPF consiste en un porcentaje progresivo que se aplica según tus ingresos. Pero, ¿cómo se determina dicho porcentaje?

A continuación veremos los factores que condicionan a dicho porcentaje y pueden hacerlo incrementar. En la siguiente sección veremos los tramos y porcentajes exactos según tu nivel de ingresos.

Así, los factores que afectan al IRPF del autónomo son:

  • En primer lugar y como más importante, los rendimientos netos de la actividad. Es decir, los ingresos que generes derivados de tu actividad, menos tus gastos deducibles.
  • El segundo factor es el tipo de estimación, que determina cómo se calcula el rendimiento. Puedes tributar por módulos, estar en estación directa normal o directa simplificada.
  • Los gastos deducibles, que restarás a tus ingresos para generar la base imponible sobre la que se aplica el % de IRPF. Entre estos gastos se incluyen, según tu situación particular, alquiler, suministros, cuota de autónomos, material, amortizaciones, seguros, etc.
  • Después encontramos las retenciones aplicadas en facturas, como hemos visto en el apartado anterior, que reducen la cuota a ingresar en la declaración.
  • Los pagos fraccionados trimestrales (modelo 130 o 131), que anticipan parte del impuesto.
  • La situación familiar y personal, donde se tiene en cuenta tu estado civil, si tienes hijos y número, discapacidad, si tienes ascendientes a cargo, etc.
  • Reducciones y aportaciones, tales como planes de pensiones, mutualidades, aportaciones a ONGs, etc.
  • Deducciones autonómicas en caso de existir, como vivienda, alquiler, nacimiento de hijos, etc., según cada comunidad autónoma.
  • Pluriactividad: si combinas actividad por cuenta propia y ajena, esto puede afectar retenciones y bases.
  • Inversiones en inmovilizado: aplicables mediante amortizaciones o deducciones específicas.
  • Subvenciones o ayudas recibidas, que tributan como ingreso (salvo ciertas excepciones).
  • Cambios censales (altas/bajas en el IAE, modificación de epígrafes), que pueden llegar a modificar el régimen aplicable.

 

Tramos de IRPF de los autónomos

 

Veamos, por fin, cuál es el porcentaje exacto que se aplicará según el nivel de ingresos generados. Pero antes, dos aclaraciones importantes:

  1. Tu situación particular podría variar y afectar el porcentaje final; pues es necesario primero ver y analizar qué deducciones son aplicables a tu caso personal. Es por eso que contar con la ayuda de un abogado fiscalista experto es clave.
  2. No vas a tributar por la totalidad de tus ingresos al tipo de retención más alto, sino que los porcentajes se van aplicando uno a uno, empezando por el inferior. Es decir, no vas a pagar el % total que corresponde directamente con tu nivel de ingresos, sino que pagarás primero el % inferior por tus ingresos de ese tramo, y así sucesivamente hasta llegar al final.

Así, estos son los tramos de IRPF de los autónomos en España:

 

Tramo Base Tipo aplicable Cuota
Primer tramo 12.450 € 19 % 2.365,50 €
Segundo tramo 7.750 € (de 12.450 € a 20.200 €) 24 % 1.859,76 €
Tercer tramo 4.800 € (de 20.200 € a 25.000 €) 30 % 1.440,00 €
Total a pagar 25.000 € 5.665,26 €

 

*Importante: estos tramos corresponden al tramo estatal + autonómico medio; dependiendo de la comunidad autónoma donde residas, el tipo podría variar.

 

Ejemplo de cuánto paga un autónomo de IRPF

 

Veamos, para terminar, un ejemplo completo para entender cómo se calcula el IRPF de un autónomo paso a paso.

Imaginemos que un trabajador autónomo dedica el año a prestar servicios profesionales y obtiene, al terminar el ejercicio:

  • Ingresos facturados: 42.000 €

  • Gastos deducibles habituales: 17.000 €
    (donde hemos sumado la cuota de autónomos mensual, alquiler de su despacho, material que usa, software, teléfono, amortizaciones y otros gastos necesarios para su actividad)

Al restar los gastos a los ingresos, obtenemos su rendimiento neto, que es la base sobre la que se calcula el IRPF:

42.000 € – 17.000 € = 25.000 € de rendimiento neto

A partir de aquí, este importe se reparte entre los tramos progresivos del IRPF:

  • Primer tramo (hasta 12.450 € al 19%)
    12.450 € × 19% = 2.365,50 €

  • Segundo tramo (de 12.450 € a 20.200 € al 24%)
    7.750 € × 24% = 1.860,00 €

  • Tercer tramo (de 20.200 € a 25.000 € al 30%)
    4.800 € × 30% = 1.440,00 €

Sumamos lo que paga en cada tramo:

Total de IRPF a pagar: 5.665,50 €

Con este ejemplo podemos ver cómo, aunque el autónomo haya facturado 42.000 €, lo que realmente tributa por IRPF es el beneficio después de gastos, y ese beneficio se reparte por tramos, aplicando un tipo distinto a cada parte. 

Como ves, aquí lo más importante es entender qué gastos son deducibles para poder reducir al máximo el pago de tus impuestos, y asegurarte de facturar correctamente incluyendo el tipo impositivo adecuado. Es por eso que contar con la ayuda de un abogado experto es fundamental.

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